Este pasado fin de semana, un grupo de 40 niños, niñas y jóvenes de la Asociación Scout Acanac, comprometidos con la naturaleza y el desarrollo sostenible fueron un ejemplo de cómo pequeñas acciones colectivas pueden generar un impacto positivo en el medio ambiente.
La jornada comenzó con una ruta desde el casco urbano hasta el barrio de La Angostura, un recorrido bajo la guía de Goyo Ferrera, que no solo sirvió para disfrutar del entorno natural, sino también para conectar con la riqueza paisajística y la problemática medioambiental de la zona.
Los Scouts llevaron a cabo una tarea esencial para el ecosistema: eliminar las semillas de la planta invasora conocida como «rabo de gato». En su lugar, introdujeron tres dragos, especies autóctonas que ayudarán a restaurar el equilibrio del paisaje natural.
Además, hicieron dinámicas y talleres para fomentar la importancia de las 3R: reducir, reutilizar y reciclar. Con lo que el cauce del barranco cercano también fue objeto de una atención especial. Armados con guantes, bolsas, recogieron plásticos y otros residuos que se iban encontrando por el camino. La basura se clasificó cuidadosamente para reciclar los materiales reutilizables y disponer adecuadamente del resto.
La Asociación Scout Acanac no solo demuestra una vez más el valor del trabajo en equipo, sino también su compromiso con la creación de un mundo más sostenible.
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