- Cipriano de Torres (1560 aprox.-1599). Capitán de la compañía de La Vega. Durante el desembarco de la armada holandesa el 26 de junio 1599, vió en una de las lanchas a Van der Does, cubierto con una armadura. Hirió al jefe holandés con tres golpes de lanza, que le hicieron caer al agua. Cipriano murió por los disparos a quemarropa de los holandeses.
- Pedro de Torres Santiago (1563 aprox. 1629). Tras morir su hermano Cipriano, se convirtió en otro valeroso capitán de la compañía de La Vega cuando Santa Brígida fue cuartel general de la Isla. Sus conocimientos sobre el terreno del Monte del Lentiscal, le valió para preparar la emboscada, junto al gobernador Pamochamoso, infligiendo una severa derrota a la armada holandesa del almirante Pieter van der Does, que huyó tras saquear e incendiar la ciudad.
- Blas Marrero Bethencourt (1688 aprox.-1751). Natural de Santa Brígida, y canónigo de la Catedral de Las Palmas, adquirió la figura de San Antonio de Padua, de imaginería Barroca Sevillana. En su testamento instituyó un vínculo y patronato de legos con todas sus propiedades para el sostenimiento de estas fiestas en honor a este santo. Fue un destacado miembro de la burguesía agraria de la época, con plantaciones en Santa Brígida y San Mateo, agua de la Heredad y un molino de pan en Lugarejos.
- Matheo Ojeda y Rodríguez (1705-1768). Natural de Santa Brígida, fue párroco de esta villa durante más veinticinco años (1739-1768). Puso su empeño en edificar la actual torre de la iglesia, símbolo de la villa, con un coste de 900 reales en quebrar los sillares y transportarlos, colocándose el primer canto de la torre el 9 de junio de 1755. Finalizaría cuatro años después, gracias a las limosnas. Matheo de Ojeda fue testigo de al menos cinco bajadas de la Virgen del Pino a la ciudad, por falta de lluvia, epidemias y plaga de cigarras.
- Nicolás Massieu y Matos (1876-1954). Nacido el 12 de marzo en La Angostura, el maestro Colacho, fue un reconocido pintor de Gran Canaria. Estudió en el colegio de San Agustín con su tío el pintor Nicolás Massieu Falcón. Tras una estancia en Inglaterra, dedicado a la importación de frutas, se traslada a Italia y entra en contacto con el arte clásico y del Renacimiento. Luego se traslada a Paris (1904-1909) y se dedica a la pintura con sus maestros Jean Paul Laurenz, Carriere y otros pintores impresionistas Manet, Monet, Degas y Renoir. Dibujó más de un centenar largo de retratos, paisajes, bodegones y rincones de Santa Brígida.
- José Cabrera Ramírez (1877-1966). Constituyó en verano de 1922, junto a otros satauteños, la Compañía de Automóviles de Santa Brígida SA, luego Melián, pionera del transporte interurbano en la Isla. Fue depositario de las cuentas del Ayuntamiento, fundador y primer tesorero del Real Casino de Santa Brígida. Fue dueño de un molino en la zona conocida como la Vuelta del Molino. La maquinaria estaba en un edificio en cuyo extremo se encontraba una acequia por donde caía el agua y aprovechó la energía para dotar de alumbrado al pueblo a comienzos de 1920, por lo que obtuvo la concesión de alumbrado del casco hasta que fue asumida por la compañía Unelco, finalizada la guerra civil. Donó a la iglesia, a fines de 1929, el retablo de la Virgen del Rosario, imagen de la que su esposa era muy devota.
- Pedro Suárez Pérez (1908-1954). Nacido el cinco de junio de 1908, emigró con sus padres a Buenos Aires con dos años de edad. Fue un gran futb
olista, en el Boca Juniors y en la selección nacional. Perico Arico fue el primer español en jugar una fase final del mundial de fútbol frente a la República Oriental de Uruguay (anfitrión del torneo). Sus compañeros de juego le llamaban «el canario».
- Juan del Rio Ayala (1904-1969). Fue Bibliotecario de la sociedad El Museo Canario y consiguió en 1931 un premio de dicha sociedad por un trabajo sobre Viera y Clavijo. En 1947 publicó “Tirma”, romance sobre la conquista de Gran Canaria, estrenada en el Teatro Pérez Galdós con música de Manuel Peñate y dirección escénica de Sergio Calvo. Fue llevada al cine en 1954 (Dirección: Paolo Moffa. Intérpretes: Silvana Pampanini, Marcello Mastroianni, Gustavo Rojo, José María Lado, Elvira Quintillá, José María Rodero, entre otros). Realizó numerosas colaboraciones en periódicos. En 1955 publicó el poemario “La Flor de la Maljurada”, ilustrado por Manolo Millares, Jesús Arencibia, Carlos Morón, Sergio Calvo y Antonio Padrón. En 1963 compuso “Iballa”, romance ambientado en La Gomera. En 1965 realizó las “Lecturas canarias para niños”, con ilustraciones de Eduardo Millares (Cho Juaa). Su última obra fue “Silvestre” en 1966, que fue emitida por la radio. También realizó una historia de la conquista de Canarias para la radio. Del Río Ayala fue un activista del desarrollo turístico, como miembro del Centro de Iniciativas y Turismo y con sus obras “Rincones”. Fue el primer cronista oficial de la Villa.
- Dolores (Lola) Massieu Verdugo (1921-2007). Natural de Las Palmas de Gran Canaria, perteneció a una familia acomodada y aprendió dibujo en la academia de su tío Nicolás Massieu y de la mano de su tío abuelo, Nicolás Massieu Falcón. Desde la década de 1950 se dedicó casi en exclusiva a la pintura. Se inició en la obra figurativa y quedó atrapada después por la pintura contemporánea y el arte abstracto. Fue cofundadora del Grupo Espacio, junto a Pino Ojeda, Felo Monzón, Rafael Bethencourt y Francisco Lezcano. Los años 60, 70 y 80 fueron los más fructíferos de la autora. Fue Premio Canarias de Bellas Artes.
- Francisco Morales Padrón (1923-2010). Natural de Santa Brígida, es uno de los historiadores españoles más
destacados del americanismo hispano. Catedrático emérito de la Universidad de Sevilla. En 1990 recibió el Premio Canarias de Acervo Socio-Histórico. Sus vivencias desde niño en su pueblo natal le llevó a escribir “Adviento de adolescencia”, una declaración de amor e identificación del historiador con su villa y sus gentes. El ayuntamiento le erigió en febrero de 1999 un monumento en la plaza de la iglesia, espacio mágico de sus juegos infantiles.
- Antonio Medina Calderín (1924-2015). Hermano de leche del historiador Francisco Morales Padrón, pues su madre le amamantó, Ñito Calderin, fue durante casi cuarenta años director de la Banda Municipal de Santa Brígida, con la que obtuvo el primer premio de localidades en 1951. Fundó la rondalla Alegría y agrupaciones folclóricas en el municipio. Su última obra musical fue, en el año 2000, el himno del centenario del Real Casino. El Ayuntamiento le concedió el título de hijo predilecto en 1999, a propuesta del Real Casino de Santa Brígida.
- María Guerra Alonso (1925-1915). Natural de La Atalaya de Santa Brígida. Fue reconocida con el Roque Nublo de Plata que otorga el Cabildo de Gran Canaria, por su larga y fructífera trayectoria como artesana del barro. Ya enferma de Alzheimer, «se levantó de la cama para acudir a la última guisada del barro que se celebró en las fiestas del barrio de La Atalaya, cuando estaba a punto de cumplir los 90 años». Era la alfarera más antigua de Canarias, última de una larga saga del barro en La Atalaya. Según su bisabuela, eran más de 20 generaciones dedicadas a esta artesanía. Decía que la loza era fundamental porque servía para comer.
- Gonzalo Medina Ramos (1930-2015). Nacido en Santa Brígida, el empresario director de Embotelladora de Canarias,
favoreció los intereses de su municipio y sus gentes, participando de manera altruista en numerosas actividades y colectivos de su villa natal. A comienzos de los años setenta creó las ‘verbenas del lechón’ para recaudar dinero para el equipo de fútbol de Santa Brígida con notable éxito hasta septiembre de 1982. También fue cofundador de Florabrígida. Fue presidente de la UD. Las Palmas entre 1989-1992. Fue nombrado Hijo Predilecto de la Villa en 1996.