Hoy decimos adiós a Julio Alemán Alvarado, vecino de Santa Brígida, que nos deja a los 80 años. Un satauteño entrañable y admirable, de los que dejan una huella profunda en el corazón de quienes lo conocieron. Su vida fue un ejemplo de compromiso, uno de los pilares en la fundación de Florabrígida, un entusiasta colaborador de las fiestas y una figura fundamental en la creación del Mercadillo de la Villa, siempre presente con su disposición generosa de servicio y entrega.
Perito Mercantil y diplomado en Graduado Social, dejó una marca imborrable en la formación de tantos jóvenes en la Escuela de Altos Estudios Mercantiles, donde fue profesor de Contabilidad y Cálculo. Su trayectoria en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social lo llevó a distintos rincones del archipiélago y del país, trabajando por la promoción y el desarrollo de la Educación Laboral, y consolidándose como un referente en la provincia de Las Palmas como subinspector de Empleo y Seguridad Social hasta su jubilación en 2009.
En su faceta política, demostró su amor por su gente como concejal del Ayuntamiento de Santa Brígida (Educación, Ecología, Medio Ambiente y Mercadillo) durante dos legislaturas entre los años 1979 y 1987, trabajando por la mejora de los barrios y la protección del entorno y las tradiciones que él mismo contribuyó a enriquecer. Fundó las fiestas de San José y María Auxiliadora, fue pregonero de las celebraciones más queridas de la villa, y acompañó con devoción los eventos que unían al pueblo año tras año.
Hoy, al recordarlo, sentimos su ejemplo de generosidad y gratitud, y enviamos un abrazo cálido a su familia y amigos. Santa Brígida despide a uno de sus grandes, a quien siempre recordaremos con respeto y cariño.
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