Editado por Beginbook, el historiador Pedro C. Quintana Andrés y el cronista Pedro Socorro Santana presentan el jueves, 23 de noviembre, a las 19:00 horas en la Biblioteca Municipal de Santa Brígida, su nuevo libro de investigación sobre las ermitas, oratorios y otras edificaciones de carácter religioso y recordatorio que fueron un elemento singular del paisaje del término de La Vega (Santa Brígida y San Mateo), desde los comienzos coloniales castellanos. Señalan los autores que la cristianización de La Vega no se limitó sólo a esos edificios, ni siquiera a las cruces conmemorativas o calvarios alzados junto a los caminos, sino también a otros espacios relacionados con descansaderos de muertos, rutas de romerías, vías procesionales o manifestaciones del mal –brujas, muerte, diablo-, lugares de aquelarres, bailaderos, etc. que sin duda sobrecogieron a nuestros antepasados.
El libro, que contiene más de 700 páginas y un centenar de imágenes, ratifica al antiguo lugar de La Vega como el municipio de Canarias donde quizás más ermitas y oratorios privados se construyeron. En el siglo XVIII, aseguran, las ermitas y oratorios se incrementaron en paralelo a la presencia de los grandes propietarios con haciendas más o menos extensas en las que trabajaban algunos de los vecinos circundantes. En La Vega se localizaba entonces el 7,2 % de todas las ermitas de la Isla, equivalente al porcentaje representado por su población dentro del conjunto insular. Los autores constatan, asimismo, que la mayor parte de estas edificaciones estaban unidas a la explotación de la tierra, mostrando las ansias de sus propietarios por hacerse alguien entre sus vecinos, pues aparte de alzar majestuosas haciendas o restaurar viejas casonas no dudaban en erigir oratorios u capillas dentro de ellas, en busca de una más íntima, y más diferenciada, religiosidad. Tan sólo la ermita de San Mateo Apóstol será erigida en la parte alta del término tras una petición vecinal, la cual se sostendrá con la aportación de los feligreses, cuya presión continuará a lo largo del tiempo hasta lograr su elevación a parroquia en octubre de 1800.
Tras la publicación el pasado año de su libro la Historia de la Parroquia de Santa Brígida (1525-2000), los autores han vuelto a aunar sus conocimientos para describir en este nuevo trabajo los iconos religiosos -algunos desaparecidos- que se alzaron en el entonces término municipal de La Vega.
El libro, cuyo prólogo realiza Pedro Suárez Rodríguez, cronista oficial de San Mateo, se divide en ocho capítulos bien diferenciados: los tres primeros dedicados a una amplia introducción histórica de la población y economía de Gran Canaria y La Vega desde la Edad Moderna; en los tres siguientes se relacionan las ermitas y oratorios público o privados que se construyeron desde 1600 hasta 1960 en la Vega de Abajo (El Monte, La Atalaya y Santa Brígida), la Vega de Enmedio (El Madroñal y Pino Santo) y la Vega de Arriba: la ermita del apóstol San Mateo, la de Las Lagunetas, Santa Mónica de Utiaca, la ermita de María Auxiliadora en Aríñez o los desaparecidos oratorios públicos de San José, dentro de una hacienda rural de Utiaca, y la pequeña ermita de San Pedro, en el Roque Saucillo.
Finalmente, los últimos capítulos son dedicados a describir las cruces y calvarios existentes en ambos municipios, destacando entre ellos la Cruz de Tejeda, la Cruz de los Navegantes, la Cruz del Herrero, la Cruz del Montañón, la Cruz de Constantino o los calvarios de Las Lagunetas, de Lourdes y de Risco Prieto. Debe consignarse que cada una de las cruces que se describen han sido geoposicionadas y pueden ser visualizadas en internet gracias a un código QR que se ofrece. El libro contiene, además, un amplio anexo documental.
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