Las Casas Consistoriales de Santa Brígida
Muchas son las personas que diariamente visitan las distintas dependencias del Ayuntamiento de la Villa de Santa Brígida, pero quizás muy pocas, sepan el verdadero patrimonio cultural que atesora este singular inmueble.
En el año 1879, surgieron las primeras Casas Consistoriales en Santa Brígida en una pequeña vivienda terrera, cuando la Corporación adquirió, en el casco histórico, una edificación en la calle Castelar a un vecino del pueblo. Poco a poco se irán añadiendo más inmuebles antiguos conforme aumentaban las demandas de esta arquitectura pública. Posteriormente, en la década de 1930, durante la alcaldía de Juan Massieu Matos, se decide realizar un nuevo edificio llevado a cabo por el proyectista valenciano Rafael Massanet y Faus, justo en el solar que este consistorio había adquirido y que se ubicaba ahora en la calle Nueva. Esta otra obra de ampliación quedó finalizada en 1960, seis años antes de la muerte de este gran arquitecto modernista que participó en la reconstrucción del Gabinete Literario, el Teatro Pérez Galdós, tras el incendio de 1918, y diseñó también varios edificios en la Calle Mayor de Triana junto con el quiosco modernista del Parque San Telmo.
Pero es que además, la fachada del edificio destaca por su belleza y sus pautas neobarrocas, con un frontón curvo y partido que culmina en la segunda planta y otro de líneas rectas que remata el frontispicio. El material de esta fachada, totalmente cubierta de cantería, fue extraído precisamente de la cantera de la Atalaya y sus labrantes fueron los hermanos Santiago, Manuel y Antonio Alemán Espino, vecinos de La Angostura. En esta fachada principal, es donde se pone todo el protagonismo y se labró con esmero el heráldico escudo que identifica al conjunto y remata su monumental balcón. Esta fachada distintiva, refleja a la ciudadanía los gustos estéticos y un sentido diferenciador. Sin embargo, contrasta con la última nueva fachada contemporánea que refleja las necesidades de la sociedad actual con un diseño mucho más sencillo, no solo por la función que desempeña esta nueva ala del edificio, que alberga las nuevas oficinas municipales sino muy especialmente para no restarle protagonismo a la fachada mas antigua y monumental que representa uno de los grandes iconos culturales del municipio.
En el espacio interior, destaca su bello y recoleto patio que modula las distintas dependencias con una agradable fuente de cantería de planta circular que refresca el ambiente. Como sabemos, el patio es un elemento fundamental del lenguaje arquitectónico canario. Heredero de la más antigua tradición romana, moldeado en la Andalucía musulmana e incluso con elementos propios de Castilla que llega a Canarias para resolver la distribución del edificio, al ofrecer las luces naturales que nos regalan el día, el frescor de su fuente de cantería y la ventilación necesaria a todas y cada una de las dependencias. Este tipo de patios generan un nuevo volumen, que envuelven en una atmósfera muy especial al inmueble, que se ve favorecido por estos elementos, fundamentales para el bienestar.
También son la antesala o lugar previo a las escaleras de acceso a las plantas nobles donde se encuentra ubicado el salón de Plenos y el conjunto destaca muy bien la carpintería, las formas y las proporciones. Sus hermosas columnas de madera sobre basas de piedra soportan los pisos de los pasillos superiores, a modo de balcón corrido en toda la fachada interior del patio, dándole una hermosa armonía.
Todos estos elementos siguen las directrices de la arquitectura tradicional canaria en este edificio que se encuentra en el BIC del Conjunto Histórico de Santa Brígida, declarado por el Gobierno de Canarias. Otro de los grandes inmuebles de este Bien de Interés Cultural que sin lugar a dudas se sumará, de ahora en adelante, a ofrecer su espacio para disfrute y uso de todas las personas que lo visiten, pudiendo ser lugar de celebraciones, audiciones y representaciones.
Rita Camacho Guerra, 2024