La Villa de las Flores acoge a ocho menores saharauis procedentes de los campos de refugiados del desierto del Sahara dentro del programa Vacaciones en Paz

El alcalde junto a los niños y niñas saharauis

José A. Armengol Martín, Alcalde de Santa Brígida, y los concejales de Solidaridad, Rosalía Rodríguez Alemán y de Urbanismo, Daniel López García, recibieron en el despacho de la Alcaldía a cuatro niñas y dos niños saharahuis de los ocho que residirán en nuestro municipio durante los meses de julio y agosto, en el marco del Programa “Vacaciones en Paz”. Estos niños y niñas disfrutarán durante unas semanas la estancia en la Villa con diversas actividades en las que podrán establecer lazos de amistad con las familias acogentes, así como junto a los noventa niños y niñas saharahuis que se encuentran en Gran Canaria durante estas fechas para evitar las altas temperaturas que se vive en el desierto donde se encuentran los campamentos de refugiados.

Los/as menores venían acompañados del subdelegado del Frente Polisario en Canarias, Mohamed Said, la presidenta de la Asociación Canaria de Solidaridad con el Pueblo Saharaui, María del Carmen Cabrera, la impulsora del Programa en la Villa, Ana María Pérez Doreste, y las madres y padres satauteños de acogida, muchos de ellos/as repetidores de esta experiencia.

Con esta iniciativa, las niñas y niños saharauis disfrutarán de un verano más relajado, con actividades de ocio y entretenimiento, baños en playas y piscinas, además de poder viajar, acudir a revisiones médicas, y recibir una alimentación más completa que de la que disponen en los campamentos de refugiados, en los que dependen de la ayuda internacional para acceder a los productos más básicos. Una buena parte de la población infantil en Tinduf padece anemia por la escasez de productos frescos como carne, pescado o frutas.

El pueblo saharaui lleva más de 40 años denunciando la ocupación de su territorio por parte del Gobierno de Marruecos, un conflicto político inconcluso, en el que sigue pendiente de celebración un referéndum de autodeterminación para el Sahara, reconocido por la ONU y la comunidad internacional, y del que Marruecos hace caso omiso, con la anuencia del Gobierno francés y la posición española que elude su responsabilidad en el origen del conflicto.