La reparación de una tubería obliga a cortes de agua en diversas áreas del municipio

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La reparación de una tubería obliga a cortes de agua en diversas áreas del municipio

En días recientes, se produjo una avería de agua de gran magnitud en la Urbanización Los Veroles, ubicada en las cercanías de la carretera de La Atalaya. Dada la complejidad de la situación, los equipos de reparación de Emalsa, empresa concesionaria de aguas en Santa Brígida, trabajaron intensamente para subsanar el problema. Según indica Javier Ramírez, concejal de Vías y Obras, Saneamiento y Agua, “se tuvo que sustituir un tramo considerable de la tubería, ya que la zona afectada discurre bajo un muro de cerramiento construido después de la instalación de la canalización, hace varias décadas”.

Esta avería provocó la interrupción del suministro en diversas zonas del municipio, como la Urbanización Los Veroles, Montebravo, parte de la carretera de La Atalaya, la GC-15, el Camino Viejo del Monte y áreas aledañas. «Como es habitual en este tipo de situaciones, los cortes de agua no pueden programarse ni avisarse con antelación debido a la imprevisibilidad de las averías, que se atienden con carácter de urgencia, independientemente del momento en que ocurran», explica el edil.

Dado que la reparación de esta avería en particular se prolongó más de 24 horas, es importante recordar a la ciudadanía algunos aspectos relacionados con el suministro de agua en Santa Brígida. El Reglamento de Aguas del municipio, en su artículo 28-4, se basa en el Decreto 134/2011 de la Comunidad Autónoma de Canarias, que establece que cada vivienda debe contar con depósitos reguladores con capacidad suficiente para garantizar el consumo de tres días por persona.

Desde la Concejalía de Vías y Obras, Saneamiento y Agua se recuerda a la ciudadanía que la concesión del suministro de agua domiciliaria implica la obligación de contar con depósitos que aseguren el abastecimiento durante al menos 72 horas en caso de avería, como ha ocurrido recientemente. Dado que estas situaciones no se pueden prever ni programar, es imposible notificar con antelación a la población. La continuidad en el suministro sin interrupciones prolongadas ha hecho que se descuide el mantenimiento de los depósitos. Por tanto, esta avería nos recuerda la importancia de estar preparados.

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