«La necesidad no quiere decir que no haya dignidad». Con éste lema, inicia la conversación Pilar, la voluntaria que coordina el Ropero Social que funciona en la Villa desde hace poco más de un año y que se ha quedado desbordado por la cantidad de ropa y enseres que numerosos vecinos entregan para su distribución entre personas necesitadas y que reciben prendas en perfecto estado porque éste es el criterio principal para poder donar. Una ropa que es clasificada y ordenada para cubrir unas estanterías donde ya no caben más piezas.
Los usuarios de este Ropero Social son personas de todas las edades, familias que atraviesan por una difícil situación y que son informadas por los servicios sociales del Ayuntamiento de Santa Brígida, de cuyo concejal, Lucas Tejera depende la infraestructura y la coordinación del personal que hace posible esta iniciativa que sin apenas difusión ha recogido los frutos de la solidaridad de numerosos vecinos y vecinas que donan todo tipo de ropas, bolsos, zapatos, abrigos, mochilas de colegio, cintos y otros objetos para mayores o niños y niñas.
Lo único que se pide a los donantes es que el material que entreguen se encuentre en buen estado, esté limpìo y ordenado para poder entregarlo sin necesidad de arreglos, lavandería o planchado. Y así lo hace la mayoría de la gente que se ofrece a donar ropas que ya no usan porque les queda pequeña o por cualquier otro motivo pero que prácticamente están nuevas. De hecho, algunas prendas son entregadas con etiqueta y en los envoltorios de celofán o las cajas sin abrir. Los martes y jueves de cinco a seis de al tarde acuden los donantes con sus paquetes de prendas para donar.
Algunos donantes han entregado materiales propios para bebés, como cunas, colchones, juegos y prendas de recién nacido. Incluso los aparatos de escucha y móviles para entretener a los niños y niñas.
El procedimiento de reparto está regulado perfectamente. los responsables de Servicios Sociales presentan a Pilar un documento que confirma que cumple el perfil y el tipo de prendas que necesitan tras lo que se prepara el material de entre los expositores de ropa donde están ordenadas las piezas por tallas y por su tipo. Se entregan las piezas al personal y éstos a los beneficiarios. «No quiere decir que siempre tengamos de todos los tamaños y medidas», señala Pilar, porque hay momentos en los que falta alguna talla, mientras que otras apenas tienen salida, como es la ropa para personas mayores que son las que menos demanda tienen.
Asimismo, el Ropero Social se ordena según la temporada. Actualmente está expuesta toda la ropa de invierno, con abrigos y prendas para soportar el frío, como chaquetones y chubasqueros. Incluso para los más pequeños se entregan muñecos y cuentos.
Pasarela solidaria
Esta labor solidaria ha traspasado las fronteras de la isla y de España. De hecho, la crisis de los refugiados dio lugar a que se llevara una gran cantidad de ropa y enseres a la recogida que se realizó en Las Palmas de Gran Canaria para enviar material para los refugiados en la isla de Lesbos. Todo el material recogido fue entregado clasificado y empaquetado, en perfectas condiciones.
Para el mes de diciembre se está preparando una feria de trueque navideña, en la que se intercambiará ropa nueva de marca, sin uso y etiquetada, por productos alimentarios para el Almacén de alimentos que existe en el Ayuntamiento satauteño.
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