El abandono de materiales de amianto o fibrocemento (conocido popularmente como ‘uralita’), en la vía pública es un riesgo por tratarse de residuos peligrosos de compleja y costosa manipulación y gestión. Deshacerse del material de forma clandestina y sin seguir ninguna medida de seguridad, ocultándolos en los contenedores de acera destinados a otros residuos no peligrosos o simplemente abandonándolos en la vía pública y otros lugares, pone en riesgo su salud y la de otras personas.
Este material, no es peligroso, mientras se encuentre en buen estado, pero cuando empieza a deteriorarse hay que retirarlo, ya que al ser fracturado o desmenuzado forma fibras microscópicas que es extremadamente peligroso para la salud cuando sus fibras son inhaladas, ocasionando enfermedades como la asbestosis (cicatrización pulmonar), mesotelioma (un tipo raro de cáncer que afecta la membrana que cubre los pulmones y otros órganos), y cáncer de pulmón.
Se recuerda que el abandono o vertido incontrolado de estos materiales supone una infracción medioambiental muy grave, pudiendo dar lugar a imposición de sanciones económicas desde 30.050,61 € hasta 60.101,21 €.
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