El Ayuntamiento acoge la exposición ‘De amor y pudores’ en el patio del Consistorio con motivo del Día del Orgullo LGTBIQ

Un aspecto de la exposición

Con motivo del día del Orgullo gay, lésbico, transexual, bisexual, intersexual y queer (LGTBIQ), que se conmemora el próximo 28 de junio, el Ayuntamiento de la Villa de Santa Brígida cuelga en las Casas Consistoriales la exposición “De amor y pudores”, del artista Mariano Castro (Chile, 1979), diseñador, ilustrador y productor editorial. La exposición, cedida por la Consejería de Igualdad del Cabildo de Gran Canaria, consta de 10 láminas creadas para favorecer la visibilidad y el respeto a las diferentes orientaciones sexuales e identidades de género.

La inauguración de la exposición correrá a cargo de Dña. Miranda Saíd Ramírez, activista queer y contraterapeutase, y se celebrará en el patio del Ayuntamiento, el día 27 de junio, a las 20 pm.

El Pleno Municipal además, por tal conmemoración, debatirá una Moción, presentada por el grupo Ando Sataute, en apoyo de la despatologización de las identidades trans y la libre determinación del género, a instancia del Colectivo Gamá, integrado en la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales.

Canarias aprobó en 2014 la Ley de No discriminación por motivos de Identidad de Género y de Reconocimiento de los Derechos de las personas Transexuales, una ley que ha permitido un avance notable, que ha facilitado la inclusión de niños, niñas y jóvenes trans en los centros educativos y la sensibilización de la Administración, pero que ha quedado incompleta, de ahí que se esté trabajando en una nueva propuesta de ley.

De ahí que las asociaciones LGTBIQ de Canarias insten a una Ley de Igualdad Social y No Discriminación por razón de identidad de género, expresión de género y características sexuales que sea más ambiciosa en la promoción de la igualdad, en el reconocimiento de los derechos de las personas transexuales e intersexuales residentes en Canarias, en la lucha contra la transfobia.

Se pretende una ley no patologizadora, ya que borrar del imaginario social, técnico y político, la visión de las realidades trans como enfermas, es vital para hablar de verdadera igualdad. Y ello precisa una ley que no imponga un diagnóstico para reconocer las diversas identidades, que dibuje una atención sanitaria basada en el respeto de las necesidades de las propias personas transexuales, y que ampare a las personas intersexo o hermafroditas.