El pasado sábado dieron comienzo las fiestas de Pino Santo Alto en honor a la Virgen de la Salud con la lectura del Pregón a cargo de Aridane Alonso, un texto en el que el joven deportista recordó a personajes del barrio y el papel que en el mismo ha tenido la celebración del Día del Caballo que este año celebra su XXV edición. En este sentido, el pregonero planteó que «en un futuro no lejano, el barrio de Pino Santo Alto no sólo sea reconocido por la fiesta dedicada al caballo, sino que por el arraigo y la cultura ecuestre con la que contamos, podamos disponer de instalaciones que permitan disputar diferentes competiciones y campeonatos autonómicos y nacionales».
«Distinguidas autoridades, vecinas y vecinos, gracias por vuestra presencia al acto de lectura del Pregón anunciador de las Fiestas en Honor a Nuestra Señora La Virgen de la Salud y a la 25 edición de la Fiesta dedicada al caballo.
En primer lugar , quiero agradecer a la comisión de fiestas por haber depositado en mi persona la enorme responsabilidad que conlleva pregonar las fiestas del barrio de Pino Santo Alto, mi barrio.
Hablar de Pino Santo Alto es hablar de mis orígenes, mis ancestros y mis raíces. Soy el tercer hijo del matrimonio formado por Juan Alonso Miranda y Otilia Santana Ortiz, que desde muy jóvenes trabajaron con mucho esfuerzo para sacar a su familia adelante y ser un referente en el ámbito empresarial dentro del mundo de la hostelería. Los comienzos de la “Familia Mallow” como cariñosamente se nos conoce, no fueron fáciles. Mi padre desde muy joven empezó a trabajar con don Agustín Artiles cuidando las vacas de la finca de su propiedad y gracias a su esfuerzo y ganas de progresar comienza a trabajar como freganchín de las Grutas de Artiles y posteriormente pasa a desempeñar el puesto de jefe de barra. Debido a su profesionalidad fue nombrado encargado del Restaurante del Aeropuerto de Lanzarote, isla a la que se trasladó junto con mi madre y mi hermano Sergio y donde estuvieron viviendo durante seis años. La experiencia vivida en esos años fue lo que le motivó a iniciarse como empresario y a su regreso a Gran Canaria decide inaugurar la Cafetería Mallow de San Mateo y la Discoteca Mallow , que durante muchos años fue el local de referencia para los jóvenes de la zona centro y de otros muchos puntos de la isla. Sus ganas de progresar lo llevaron a regentar un total de 6 negocios a la vez, todo ello también con la ayuda y esfuerzo de mi madre quien cuenta como anécdota que en aquella época era tanto el trabajo que cuando mis hermanos Sergio y Oliver no tenían colegio , llegaron a ir durmiendo en un colchón en la parte trasera de un furgón para mis padres poder ir a cerrar los negocios. De aquella época de esfuerzos y sacrificio mis padres nos han enseñado el valor del trabajo, responsabilidad, constancia y seriedad.
Con el paso de los años mi familia también ha sido conocida y relacionada con el mundo del caballo y prácticamente en todas sus modalidades. Su origen se remonta a mi abuelo Juan Manuel Alonso Alvarado, amante de las carreras de caballos y del que guardo muchísimos recuerdos y de su yegua “Jaruma”, ya que de pequeño con tan solo dos o tres años le acompañaba a echarle de comer y me ponía a sus pies mientras él le daba picadero en sus cuadras, fueron mis primeros contactos con los caballos y las vivencias que despertaron en mi la inquietud y el amor por los caballos. Mi padre continuó la afición por el mundo de las carreras de caballos, no sólo en la isla sino trasladándose a la Península y competiendo a nivel nacional obteniendo numerosas victorias, consiguiendo ser de las mejores cuadras de España y campeón de España de potros en Mijas, en la Costa del Sol, afición que hoy en día continúa mi hermano Oliver, representando a la cuadra Mallow corriendo el Gran Premio en Sanlúcar de Barrameda, Cádiz así como en el Hipódromo de La Zarzuela en Madrid.
En la modalidad de Doma Clásica y Doma Vaquera fue mi hermano Sergio el primero en la familia que comenzó a formarse y a participar en diferentes concursos y por último yo, que gracias a mi padre. viendo mi afición por los caballos, apostó por mi formación e hizo que me formase y así convirtió lo que empezó como una curiosidad sentado en las gradas de Pino Santo alto viendo las exhibiciones ecuestres, en una carrera deportiva, trasladándome a la Península con profesores y caballos que me adentraron en el mundo de la doma. Gracias a esa formación he podido conseguir numerosos objetivos ,logrando ser siete veces Campeón de Canarias, dos subcampeonatos y poder haber representado a Canarias a nivel Nacional. Haber conseguido estar en cuatro finales del Campeonato de España es algo que me enorgullece. Entre todos los concursos nacionales en los que he participado, guardo un especial recuerdo de haber sido uno de los representantes en Jerez de la Frontera, ciudad europea del Caballo. Durante cuatro años consecutivos he conseguido el reconocimiento al mejor jinete en las pruebas de funcionalidad de los caballos PRE. Este año por primera vez podré estar representando a Canarias en la Final del Campeonato del Mundo en el Palacio de congresos de Sevilla donde sin duda alguna siempre estaré recordando mis comienzos en este barrio que me vio nacer y crecer, personal y deportivamente, Pino Santo Alto.
Recordar mi niñez, es recordar los inicios de la fiesta dedicada al caballo que en este año 2018 celebramos su 25 edición. Una fiesta que nació bajo la idea de tres amigos amantes del caballo y apasionados de la doma Vaquera durante unas vacaciones en Mairena del Aljarafe, Sevilla, cuando viendo una exhibición de los jinetes Cayetano Tirado y José Tirado, comentaron la idea a Cristóbal Díaz Ángel, juez Nacional, de la posibilidad de traer a Pino Santo este espectáculo y gracias al apoyo de Antonio González, Presidente de la Asociación de Vecinos La Caldera y aficionado a la hípica, consiguieron hacer realidad traer a nuestro barrio una exhibición ecuestre dada la afición hípica que desde esos años ya existía en esta zona. Esas personas fueron Teodoro Torres, Guillermo y Velázquez, a los cuales hoy quiero agradecer públicamente que lo que empezó como una idea de amigos se ha convertido en un referente dentro del mundo ecuestre para nuestro barrio, nuestro pueblo y nuestra isla y ha hecho más grande aún si cabe el nombre de Pino Santo Alto.
En aquellos años, incluso se llegaron a celebrar carreras de caballos en las fiestas en honor a la virgen de la salud, organizadas por mi padre, las cuales arrancaban en el pozo y finalizaban en la recta del Lomo Carrión, esa fiesta suponían otra fiesta paralela, pero las cuadras de mi familia, ya que todos los propietarios y jinetes venían a visitar nuestras instalaciones y al finalizar las carreras se hacía un tenderete allí, tradición que hoy en día seguimos manteniendo siendo el lugar de hospedaje para los invitados a la fiesta del caballo.
Recuerdo con especial cariño, cuando se acercaban los días previos a la fiesta como mi abuela Carmelina se esmeraba en barrer y adecentar las cuadras para que estuviera reluciente al llegar los invitados a la fiesta del caballo.
Hablar de las fiestas de Pino Santo no solo es recordar mi infancia, sino también mi etapa de adolescente y mi juventud, de las cuales también me viene a la cabeza al escribir este pregón numerosas anécdotas, ya que no sólo a nivel deportivo he practicado la equitación, también hice mis pinitos en el fútbol en aquel equipo creado por Juan Sanabria y Pedro Hilario Socorro, y no es que destacásemos por lo bueno que éramos precisamente… recuerdo jugar un derbi Santa Brígida, Pino Santo en el campo de fútbol de Telde donde mi gran amigo y vecino, nuestro Raúl Rivero, marcó un gol recordado para la historia de aquel grupo de chiquillos ya que gracias a un tropezón le dio al balón y entró en la portería dándonos la victoria.
En las fiestas de la Virgen de la Salud he vivido probablemente mis mejores momentos rodeado de grandes amigos, especialmente en el acto de la romería-ofrenda a nuestra señora la virgen de la Salud intentando que ese día sea punto de encuentro para los que por algún motivo u otro durante el año es más complicado vernos, ese día se convierte en una cita a la cual no está permitido faltar, quedando en manos de mis grandes amigos de la infancia Rayco, Melania, Paola y Oliver el organizar la cita ya que esos días mi mente está pendiente en la celebración del día del caballo.
Si de algo me siento orgulloso es de pertenecer al barrio de Pino Santo Alto, pero más orgullo aún si cabe, de haber asumido la responsabilidad junto a mi familia desde hace diez años, la organización de la fiesta dedicada al caballo donde pese a la responsabilidad que ello conlleva, he disfrutado viendo como alumnos míos han sentido y experimentado aquellas mismas sensaciones y emociones que sentí yo desde niño, ver sus caras por la mañana de preocupación y a la vez de ilusión por mostrar lo que durante tantas horas hemos entrenado, es algo que me emociona, ya que yo mismo lo he vivido en mis propias carnes, aquellos niños hoy convertidos en hombres y mujeres, como Raúl Santana, para mi, Raulito, ya que se ha formado conmigo en mis instalaciones y me hace recordar a aquel niño que yo era.
Por la fiesta del caballo de Pino Santo han pasado grandísimos jinetes considerados a nivel nacional, como José Tirado Cerrada y Antonio Angulo, ambos bi campeones de España, Juan Carlos Román Postigo, con el que guardo una especial amistad, campeón de España en el año 2003 y en ese mismo año acudió con su caballo Poseidón a nuestra fiesta y el emblemático Cayetano Tirada, entre otros.
De Juan Carlos Román Postigo guardo una anécdota curiosa, cuando estando en Sevilla, me inscribo en un campeonato en Medina del Campo, Valladolid y para compartir gastos, decidimos acudir juntos y durante el trayecto me comentó que había estado en Gran Canaria y era porque había venido a nuestra fiesta y su mujer me comentó que le había llamado mucho la atención de esta zona una casa que tenía muchos arcos en su fachada , que casualidad que estaba hablando precisamente de mi casa.
Es mi deseo para con estas fiestas que este año cumple sus bodas de plata , que en un futuro no lejano, el barrio de Pino Santo Alto no sólo sea reconocido por la fiesta dedicada al caballo, sino que por el arraigo y la cultura ecuestre con la que contamos, podamos disponer de instalaciones que permitan disputar diferentes competiciones y campeonatos autonómicos y nacionales, Pino Santo se lo merece, pero es responsabilidad de los que amamos este deporte conseguirlo, con mayor apoyo de las diferentes instituciones.
Como pregonero de las fiestas en Honor a Nuestra señora de la Virgen de la Salud 2018, les invito a disfrutar de los actos programados por la comisión de fiestas, que no haya excusa para vivir nuestra fiesta, para una verbena, para echarse un pisco en la tienda de Lola, para disfrutar de la romería ofrenda y como no, disfrutar de la 25 edición de la fiesta dedicada al caballo.
No quisiera despedirme sin antes agradecer en primer lugar a la Comisión de fiestas por haber depositado en mí la confianza de llevar a cabo este pregón, a las empresas colaboradoras con estas fiestas, a los vecinos y vecinas de nuestro barrio que hacen posible que se mantengan nuestras tradiciones, a los jinetes que en esta edición van a acompañarnos, y por supuesto a todos ustedes por estar acompañarme en este día tan especial.
Que la virgen de la Salud interceda por todos nosotros y que el año que viene volvamos a encontrarnos todos aquí disfrutando de nuestra fiesta y de nuestro barrio.
¡Felices fiestas a todos! Muchas gracias y buenas noches.
¡Viva la Virgen de la Salud!
¡Viva Pino Santo Alto!»
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