El Ayuntamiento procede a la tala de dos árboles en la Calle Nueva tras un informe que alerta de alto riesgo de caída
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Tras un informe técnico solicitado por el Servicio de Mantenimiento de Jardinería del municipio, debido a la detección de posibles problemas durante revisiones periódicas de dos árboles ubicados en la Calle Nueva, en el casco de Santa Brígida—una zona de alto tránsito peatonal y cercana a una parada de taxis—donde se identificó un riesgo significativo de caída, la Concejalía de Parques y Jardines, dirigida por Adrián García Armas, impulsó esta evaluación.
El estudio sobre el estado y riesgo del arbolado urbano, realizado por ingenieros forestales especializados de Acciona Medioambiente, se centró en dos ejemplares de Platanus orientalis con el objetivo de garantizar la seguridad de los ciudadanos y los bienes cercanos, evaluando su estabilidad y posibles riesgos. Las inspecciones se efectuaron tanto a nivel del suelo como en altura, utilizando una plataforma articulada para acceder a la copa de los árboles. Durante la evaluación, se registraron datos sobre el entorno, la vitalidad de los árboles, la presencia de plagas o enfermedades, y posibles defectos en el tronco, la copa y la base.
El primer ejemplar, situado en el margen izquierdo de la Calle Nueva, antes de la intersección con la Calle Juan Morales Navarro, fue talado la semana pasada. Este árbol tenía una altura de 8-9 metros y un diámetro aproximado de 0.5 metros. El segundo ejemplar, de la misma especie, mide entre 5-7 metros de altura y tiene un diámetro de 0.4 metros.
El informe concluye que ambos árboles presentan un riesgo elevado de fallo estructural debido a factores como el estrés térmico, los fuertes vientos y problemas de irrigación. Los defectos estructurales ocasionados por podas anteriores han debilitado la unión de las ramas, aumentando el riesgo de colapso.
Ante este panorama, los ingenieros forestales recomiendan la tala de ambos árboles para garantizar la seguridad en la vía pública, ya que otras intervenciones, como podas periódicas, solo reducirían temporalmente el riesgo. A medida que pase el tiempo, la posibilidad de colapso seguirá en aumento, representando un peligro tanto para las personas como para los bienes materiales en la zona.
El Ayuntamiento agradece la comprensión de los ciudadanos ante estas medidas necesarias y reitera su compromiso con la conservación del patrimonio natural del municipio, así como con la protección de la seguridad de sus habitantes.
