Pregón de las fiestas de San Antonio de Padua a cargo de José González Padrón (Pepín)

José González Padrón junto al alcalde y el concejal de Festejos

Ante un salón abarrotado en el Centro Cultural de Santa Brígida, Pepín González pronunció un Pregón de las fiestas de San Antonio de Padua en el que realizaba reflexiones en torno a la vida en la Villa, sus personajes y sus valores, invitando a los presentes a continuar en la línea de promover las actividades y mantener vivas las tradiciones que sirven como escaparate de un «pueblo abierto, acogedor y tranquilo, con una cultura y un paisaje del que estamos muy orgullosos y por eso, nos gusta que la gente de fuera venga a conocernos».
Texto íntegro del Pregón de las Fiestas de San Antonio de Padua 2017:

«Buenas tardes a todos.

Quiero dar las gracias al Ayuntamiento y a la Concejalía de Festejos por haber pensado en mí para este pregón.
Siempre he estado ahí sentado con ustedes, escuchando año tras año a los pregoneros… y nunca pensé ser yo el que estuviera aquí arriba.

Quiero que sepan que el día de hoy quedará escrito en mi memoria para siempre y por eso les doy las gracias de corazón a todos.

Mi intención, si ustedes me lo permiten, no es hablar en mi nombre sino en nombre de todos los Satauteños y Satauteñas que como yo, gente del pueblo, queremos a ésta Villa y disfrutamos de esta fiesta como nadie.

Y como dicen que los pregones hay que dedicarlos… ¡¡¡a mí lo que me sale, es dedicárselo a todos ustedes!!!.

A ustedes, los vecinos, que año tras año, han dado lo mejor que tienen para adornar y lucir al pueblo como se merece en estas fiestas.

Hablar de las Fiestas de San Antonio es hablar de Florabrigida, la mayor exposición de Flores, Plantas y Pájaros de Canarias. Recuerdo que al principio, había vecinos que no estaban muy convencidos de llevar sus flores y pájaros a las primeras Florabrígidas.

Normal: ¡nadie sabía realmente cómo iba a salir esto!… y !miren!… 43 años después aquí seguimos, hemos conseguido entre todos que Florabrigida sea un referente en Canarias.

Pero en esa época que digo, algunos estábamos tan convencidos que la cosa podía salir bien, que fuimos casa por casa animando a la gente a que nos prestaran sus flores y sus pájaros para la exposición.

El resultado fue maravilloso porque conseguimos entre todos unir:

la generosidad,

la creatividad

y el buen gusto

Todos participaron con una ilusión enorme, y me llena de orgullo ver como esa misma ilusión se sigue manteniendo año tras año. ¡Seguimos embelleciendo nuestras casas, nuestros patios y nuestro pueblo para San Antonio!

Aunque ahora la Exposición ya cuenta con profesionales, Podemos decir que seguimos teniendo una Florabrigida adornada con lo mejor de cada casa.

Voy a contar algo que dije el otro día. Cuando les pregunté a mis hijas qué recuerdos tenían de las fiestas de San Antonio, las tres me dijeron lo mismo: «Lo mejor es que estrenábamos trajes”.

¿Quién no recuerda estar esperando que llegara el 13 de Junio para estrenar una pieza de ropa o unos zapatos?

Bueno, los zapatos los que pudieran, que antes se podía poco. Recuerdo que mi madre solo me dejaba ponerme los zapatos nuevos para la procesión, luego tenía que volver a casa a calzarme las alpargatas de siempre…

…Y es que aquellos eran otros tiempos. Pero íbamos a las procesiones más contentos que nadie, eso sí, amenazados de muerte por nuestras madres con esa frase que recordamos todos:

«!Como te ensucies la ropa, te mato!” … y claro, a ver quién era el machito que se iba luego al Tanque Cinte a jugar con esa ropa.

Nací en los años 40. En esos años la natalidad en Santa Brígida había crecido bastante. Sólo en mi calle Calvario creo que habría unos 30 ó 40 chiquillos.

Ocurrió que, después de la guerra, los viejos siguieron con «la escopeta cargada» unos años más. Esto hizo que la partera corriera de casa en casa sin tino.

Pertenezco a una generación en la que no había videojuegos, ni consolas, ni móviles, ni nada de eso. ¿Para qué las queríamos? ¡Si corríamos detrás de las gallinas de Mariquita, que las tenía sueltas!. Si alguna «casualmente» se moría, decidíamos si le tocaba entierro o procesión… Y echábamos la tarde en eso.

En aquellos años nos criábamos en las calles. Tengo muchísimos recuerdos que me unen a este pueblo, a la calle del calvario, a los cercados de Pepito, a la plaza de la iglesia… . En esas calles fuimos creciendo hasta que nos tocó la época de ir de bailes…

Recordando ahora esos años, he de reconocer que he salido más noches que el camión de la basura.

Nos íbamos a Tafira, a La Angostura, a San Mateo y cómo no, a La Atalaya (que era un lugar de vigilancia y defensa, de ahí su nombre); y les voy a decir una cosa, mucha defensa si tenía, si… porque de los bailes de La Atalaya sólo se salía de dos maneras, caminando o corriendo. ¡Mira que corrimos para salir de allí!:

¡Fuerte un rifirrafe se formaba si bailabas con una de sus muchachas!

Estos años no se olvidan, y los recuerdos que tenemos de las Fiestas de San Antonio han quedado grabados a fuego en nuestras memorias.

Y esto es lo que quiero desear a los jóvenes, que vivan en estos días momentos tan inolvidables que recuerden toda la vida.

Años más tarde tuve la oportunidad de participar en la gestión pública del pueblo desde la Concejalía de Deportes y Festejos.

De aquellos años recuerdo el entusiasmo con el que nos enfrentábamos a cada proyecto. Hicimos cosas increíbles para las posibilidades que teníamos. No nos pusimos límites y le echamos también mucha imaginación.

En el aparcamiento, allí, frente a la parada de taxis, estuvo cantando ¡Rocío Dúrcal!.

Nos visitaron también Los Panchos, Manolo Escobar… Hicimos concursos de doma de caballos y hasta organizamos combates de boxeo en el parque. Ya les digo, eran otros tiempos.

Tengo grandes recuerdos de mi época en el Ayuntamiento. Fue toda una experiencia donde aprendí muchas cosas que luego me sirvieron en la vida y tengo también muy buenos recuerdos de mis compañeros de batalla.

A medida que han ido pasando los años, siempre he tenido en Santa Brígida todo lo que he ido necesitando. Un pueblo alegre y de tradiciones, donde siempre he encontrado risas y cantes cuando he salido a disfrutar de sus fiestas… Y también, por otro lado, me he sentido apoyado en los malos momentos, que alguno he tenido…

Ahora, a mis 77 años, sigo disfrutando como un niño de Santa Brígida y ahora lo hago rodeado de la parranda de San Antonio del Club de Mayores, cantamos allí donde nos llaman, con el único propósito de pasar un buen rato y compartir nuestra música canaria.

Por último quiero decir que me encanta ver cómo, poco a poco, esta fiesta también se ha ido convirtiendo en un escaparate para mostrar lo mejor de nuestra cultura, de nuestras tradiciones y de nuestra gastronomía, que cada vez está más presente.

Porque somos, ante todo, un pueblo abierto, acogedor y tranquilo, con una CULTURA Y UN PAISAJE del que estamos muy orgullosos y por eso, nos gusta que la gente de fuera venga a conocernos!!!

Quiero ya, aquí y

ahora, recordar a todos los vecinos que ya no están y a los que tanto echamos de menos y también a los que, por motivos de salud o algún otro, no nos pueden acompañar.

!Satuteños, Satauteñas!, las fiestas de San Antonio son lo que son gracias a ustedes.

¡La buena armonía es lo mejor para que un pueblo progrese!

¡Vivan las fiestas de San Antonio!

Y ahora me gustaría acabar haciendo lo que más me gusta…»

José González Padrón

Pregón Fiestas de San Antonio. Junio 2017