‘Las músicas’ de Ana Luisa Benítez embellecerán las paredes de la Casa Consistorial de Santa Brígida

El Ayuntamiento de la Villa de Santa Brígida se complace en acoger la serie ‘Las músicas’ de la artista Ana Luisa Benítez. Diez obras llenas de luz y color meticulosamente elaboradas en acrílico sobre lienzo, con toques de pan de oro, plata y cobre pronto adornarán la entrada principal de la Casa Consistorial.

Cada pieza, en dimensiones de 65×195 cm, constituye una expresiva representación de mujeres trompetistas, violonchelistas, contrabajistas, clarinetistas, chelistas, violinistas, arpistas o laudistas.

Los lienzos recientemente adquiridos por el Ayuntamiento, cuyos trámites fueron iniciados por el Grupo de Gobierno anterior, embellecerán temporalmente las paredes que enmarcan las escaleras de ascenso y descenso de la planta de Alcaldía, hasta que encuentren su potencial y definitiva ubicación en el futuro auditorio de la Villa.

La inauguración de esta exposición tendrá lugar el 11 de enero, a las 18:00 horas, y estará a cargo de la escritora y galdosiana Yolanda Arencibia, como maestra de ceremonias. Contaremos con la presencia del alcalde de la Villa, José Miguel Bravo de Laguna, el exalcalde Miguel Jorge, impulsor de la adquisición de estas obras, y la asistencia de la Corporación municipal.

Ana Luisa Benítez

Pianista, pintora y escultora, Ana Luisa Benítez, una auténtica pionera, llevó a cabo su primera exposición en 1958 en El Museo Canario, acompañada de un recital de piano que ella misma protagonizó. El propósito era recaudar fondos para trasladarse a Suiza, donde desarrolló su arte.

Destacó rápidamente como discípula de Miró Mainou, exhibiendo sus obras y ofreciendo clases de música en la pintoresca Küssnacht.

Al regresar a Gran Canaria, diversificó su expresión artística, incursionando con éxito en la escultura monumental y participando en exposiciones nacionales e internacionales.

Desde Madrid hasta Brasil, sus obras han dejado una huella perdurable en la vida cotidiana de diversas localidades. Quién no reconoce ‘Los Enamorados’ de Agüimes, ‘La lavandera’ de Santa Lucía de Tirajana, ‘La Diosa del Mar’ en Arguineguín, ‘La Empaquetadora de Tomates’ en Vecindario, ‘La pensadora’ del Cruce de Arinaga, ‘El Limpiabotas’ de Telde o las ‘Tres Bailarinas’ de San Mateo, entre muchas otras esculturas urbanas al aire libre que embellecen galerías y espacios públicos de Gran Canaria.

Santa Brígida alberga dos conjuntos monumentales en bronce que se han integrado en el paisaje cotidiano del casco antiguo: los ‘Niños sentados’ de la Calle Tenderete y ‘Niños jugando a la piola‘, ubicado en la Plaza de la Iglesia.

Reconocida como Hija Predilecta de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, Ana Luisa Benítez da nombre a un centro educativo y a una calle. Su legado artístico es inmenso en la capital de la isla, con obras emblemáticas como ‘Néstor Álamo’ en Vegueta, ‘Bravo Murillo’ en la calle que lleva su nombre, ‘Mary Sánchez’ en Las Canteras, ‘Niños jugando’ en la plazoleta Farray, o ‘Miedo escénico’ en el Teatro Cuyás, entre muchas otras. En el Campus de Tafira ‘La Lectora’ y ‘La Calma’ forman parte del Espacio Violeta de la Biblioteca de la Universidad.

Las creaciones de Benítez, sugerentes o desgarradas, a menudo incorporan elementos arquitectónicos.

La artista regresa al piano para buscar melodías que lanza al aire de su luminoso taller, atrapando con sus manos aquellas que darán forma a su próximo sueño artístico, ya sea en lienzo, bronce u otro material, con la maestría de la curiosidad.

Su legado artístico es una crónica silenciosa discreta pero poderosa, reflejo de una creadora de vasta experiencia y talento.

La concejal de Cultura, Avelina Fernández Manrique de Lara, valora la adquisición de obras de una artista canaria como Ana Luisa Benítez con proyección internacional.