El Ropero Social se convierte en Boutique Solidaria por estas navidades

Local que acogió la tienda del Ropero Social

La gran aceptación y participación en el ‘trueque solidario’ que realizó el pasado fin de semana el Ropero Social en la Villa satauteña, ha originado que durante esta semana se mantenga esta actividad el lunes, miércoles en horario de tarde, dado que no sólo se ha conseguido una importante cantidad de alimentos, sino que los vecinos y las vecinas se han volcado entregando más prendas sin estrenar o incluso con la etiqueta de la tienda todavía incorporada, lo que ha supuesto un gran éxito para las responsables de la iniciativa del Ropero Social de Santa Brígida que organiza la Concejalía de Acción Social del Ayuntamiento. Para quienes estén interesados en ver y probar las prendas y enseres que se ofrecen, las voluntarias del Ropero Social cuentan con un stand en la calle Tenderete en el casco de la Villa, donde podrán intercambiar las prendas por productos que serán donados al Almacén Municipal de Alimentos del propio Ayuntamiento.

Las responsables del Ropero Social quieren dar así salida a numerosas prendas que no han sido usadas o que incluso llevan colgada todavía la etiqueta de cuando fueron compradas y que fueron guardadas por sus propietarios hasta que han sido entregadas en el Ropero Social. A cambio, los interesados podrán entregar alimentos no perecederos como leche, café, cacao en polvo, azúcar, conservas, atún, salchichas, carnes…, que son los artículos que demandan las voluntarias del Almacén de Alimentos del municipio.

Con esta iniciativa quieren cubrir las necesidades de las familias con dificultades en estas fechas especiales, gracias a la colaboración y solidaridad de los vecinos y vecinas que acudan al stand preparado donde encontrarán piezas en perfecto estado para todo tipo de ocasiones, pero que no fueron estrenadas en su momento por decisión de sus propietarios.

El horario para el desarrollo del Trueque solidario durante esta semana será el lunes, miércoles y viernes de 17.00 h. a 19.00 h. Asimismo, los responsables de este Ropero social recuerdan que continúan con su actividad en las dependencias del Centro Polifuncional de la Concejalía de Acción Social del municipio satauteño.

«La necesidad no quiere decir que no haya dignidad» es el lema que practican las voluntarias que activan el Ropero Social que funciona en la Villa desde hace poco más de un año y que se ha quedado desbordado por la cantidad de ropa y enseres que numerosos vecinos entregan para su distribución entre personas necesitadas y que reciben prendas en perfecto estado porque éste es el criterio principal para poder donar. Una ropa que es clasificada y ordenada para cubrir unas estanterías donde ya no caben más piezas.

Los usuarios de este Ropero Social son personas de todas las edades, familias que atraviesan por una difícil situación y que son informadas por los servicios sociales del Ayuntamiento de Santa Brígida, de cuyo concejal, Lucas Tejera depende la infraestructura y la coordinación del personal que hace posible esta iniciativa que sin apenas difusión ha recogido los frutos de la solidaridad de numerosos vecinos y vecinas que donan todo tipo de ropas, bolsos, zapatos, abrigos, mochilas de colegio, cintos y otros objetos para mayores o niños y niñas.

Lo único que se pide a los donantes es que el material que entreguen se encuentre en buen estado, esté limpio y ordenado para poder entregarlo sin necesidad de arreglos, lavandería o planchado. Y así lo hace la mayoría de la gente que se ofrece a donar ropas que ya no usan porque les queda pequeña o por cualquier otro motivo pero que prácticamente están nuevas. De hecho, algunas prendas son entregadas con etiqueta y en los envoltorios de celofán o las cajas sin abrir. Los martes y jueves de cinco a seis de la tarde acuden los donantes con sus paquetes de prendas para donar. Algunos donantes han entregado materiales propios para bebés, como cunas, colchones, juegos y prendas de recién nacido. Incluso los aparatos de escucha y móviles para entretener a los niños y niñas.

El procedimiento de reparto está regulado perfectamente. Los responsables de Servicios Sociales presentan un documento que confirma que cumple el perfil y el tipo de prendas que necesitan tras lo que se prepara el material de entre los expositores de ropa donde están ordenadas las piezas por tallas y por su tipo. Se entregan las piezas al personal y éstos a los beneficiarios. «No quiere decir que siempre tengamos de todos los tamaños y medidas», señala Pilar la responsable del Ropero Social, porque hay momentos en los que falta alguna talla, mientras que otras apenas tienen salida, como es la ropa para personas mayores que es la que menos demanda tiene.

Un municipio solidario

El municipio de Santa Brígida tiene una larga tradición solidaria, una conciencia arraigada de apoyo a los vecinos y las vecinas que padecen momentos o situaciones difíciles que precisan el apoyo de la comunidad. Para ello, además de los recursos públicos que gestionan los diversos organismos, existe una amplia red de solidaridad de personas comprometidas con su entorno que permiten superar las dificultades a quienes padecen una situación temporal, alguna discapacidad o necesidad. Y no sólo en el municipio, también se realizan iniciativas  solidarias con poblaciones en otros países, ya sea en los campos de refugiados saharauis o las escuelas wara wara en Sierra Leona.

Entre otras iniciativas, se desarrollan programas de concienciación o eventos para recaudar fondos. Es el caso de Sataute Solidario, la feria Gran Canaria Accesible, mercadillos solidarios con venta de objetos en perfecto estado, jornadas contra la violencia de machista. También hay familias que acogen niños y niñas saharauis en el programa ‘Vacaciones en paz’. Incluso el deporte en la Villa tiene una vertiente solidaria, como el ‘rally sprint’ o sesiones de zumba para recaudar fondos para Cáritas, o el mismo Jiribilla, encuentro juvenil con recogida de donaciones para el Almacén de Alimentos. Y no sólo se trata de conseguir productos, también es el único Ayuntamiento de Canarias que apoya la moneda virtual ‘demos’, que permite el intercambio directo por productos o servicios en un mercado que se celebra el primer martes de cada mes ante la fachada de las casas consistoriales.