El Programa de Ayuda Alimentaria para personas desfavorecidas de la Unión Europea y los productos del Banco de Alimentos, el Huerto Social Ecológico junto a donaciones de particulares y empresas o colectivos llenan las estanterías y neveras del Almacén de Alimentos que ocupa una parte del edificio del Ayuntamiento de Santa Brígida. Unos productos que permiten a algunas familias o particulares afrontar situaciones de necesidad temporal gracias a la gestión administrativa del área de Servicios Sociales del Consistorio que dirige Lucas Tejera, y la labor solidaria de un grupo de nueve mujeres voluntarias que realizan los repartos con una delicadeza y compromiso ejemplar.
Desde el inicio de la crisis se ha conformado una respuesta institucional y ciudadana que da respuesta a una necesidad prioritaria para algunas familias y personas solitarias que consiguen trabajos temporales o no cuentan con ingresos suficientes para atender las necesidades básicas. Ante ello, cada semana se organizan repartos de bolsas con gofio, legumbres, aceite, verduras frescas del Huerto Social Ecológico, lácteos, conservas, sopas y productos específicos para niños y bebés (potitos, cereales, leche de continuidad…), así como de limpieza e incluso pañales para niños y mayores.
Los productos que se distribuyen no son caducados ni partidas rechazadas, ya que se trata de compras que realizan las instituciones a los proveedores con el fin exclusivo de atender la demanda de ayuda. Asimismo, hay algunas variaciones según la época del año. Por ello, para las fechas navideñas habrá algunos productos específicos y se incluirá en los repartos más productos congelados para las familias.
Las personas beneficiarias cuentan con informes emitidos por los Servicios Sociales del municipio y por lo general se trata de 15/17 familias o personas, si bien la última entrega se realizará a 9 beneficiarios porque algunos han logrado contratos, principalmente de los planes de empleo social del Cabildo de Gran Canaria y del Gobierno de Canarias, o con empresas privadas. A cada beneficiario se le entrega una cantidad determinada de alimentos y productos con arreglo al número de miembros de la familia. Cabe señalar que varias de los solicitudes corresponden a madres con menores a su cargo. Asimismo, también se atienden las ayudas de emergencia, ya que alguna persona que ha tenido un empleo y finaliza su contrato se encuentra en la necesidad de solicitar la ayuda fuera de los plazos habituales, por lo que se realiza el informe preceptivo para que se entregue los alimentos y productos que precisa por la vía de emergencia.
El servicio de organización de los productos y la entrega la realiza un grupo de nueve mujeres que tiene una amplia experiencia en las tareas de voluntariado, con un trato exquisito con las personas que acuden al Almacén de Alimentos. No obstante, creen que podrían incorporarse más colaboradores y colaboradoras, en especial jóvenes, pero las limitaciones horarias (sólo se puede atender el Almacén por las mañanas) dificulta la participación de jóvenes o personas que trabajan por las mañanas.
El Programa de Ayuda a personas desfavorecidas remite a los almacenes de alimentos remesas dos veces al año, pero esta actividad no se limita a esas dos ocasiones, ya que numerosas entidades y eventos incluyen la colaboración con estos almacenes pidiendo a los participantes que donen productos para distribuir. En la Villa de Santa Brígida es tradicional la realización de una representación dramática a cargo del Teatro de Cámara cuya recaudación va destinada a este almacén, o la reciente celebración del encuentro juvenil Jiribilla, a los que se pedía una donación de alimentos no perecederos.
La colaboración con este almacén requiere que el voluntariado sea incorporado al seguro que gestiona Protección Civil del municipio, como requisito indispensable para poder participar en la labor que se desarrolla en instalaciones del Ayuntamiento satauteño.
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