La zona donde se localizan los siete bloques de viviendas sociales del municipio requiere una actuación urgente de regeneración urbana, al tratarse de edificios de unos cincuenta años con cuatro plantas sin ascensor y donde habita una población de edad adulta y que padece las condiciones de obsolescencia de los edificios. Para dar respuesta a esta necesidad, el Ayuntamiento ha presentado un proyecto para acogerse al programa de Ayudas a la Regeneración y Reurbanización Urbanas (ARRU), incluido en el Plan de Vivienda 2013-2016. El documento, entregado en el Cabildo de Gran Canaria para su tramitación y posible ejecución en 2017, recoge que en esta primera fase se abordará la regeneración de dos bloques, para en futuros ejercicios abordar el resto del conjunto de edificios del Patronato. El total de la inversión prevista es de 291.176 euros, a financiar el 98% por el Ministerio de Fomento, Comunidad Autónoma, Cabildo, Ayuntamiento. Los vecinos y vecinas beneficiarios tendrían que realizar una aportación que se reduce al 2% del presupuesto y que sería de 88,24 euros por vivienda.
Según el documento que ha sido presentado en el Cabildo por el área de Urbanismo del Ayuntamiento que dirige el concejal Eduardo Martín, “el ámbito de actuación para el ARRU de Santa Brígida consiste en un contexto urbano donde existen situaciones de insuficiencia o degradación de los requisitos básicos de funcionalidad, seguridad y habitabilidad, afectando tanto a los edificios de viviendas sobre los que se propone actuar, como al propio tejido urbano”.
Las viviendas del Patronato se sitúan sobre una parcela de casi 9000 metros cuadrados, dicha parcela figura en el planeamiento municipal como ARU (Área de Regeneración Urbana), según el Plan General de Ordenación Supletorio elaborado por el equipo redactor entre 2012 y 2014, aprobado inicialmente en octubre de 2015, donde se reconoce la necesidad de actuar en el conjunto de edificios de esta parcela.
El proyecto del ARRU da respuesta a la ordenación que recoge el Plan General (PGOS) para esta parcela al considerar “necesario realizar actuaciones de regeneración y renovación urbana en las que se contemplan la rehabilitación y mejora de los propios edificios residenciales seleccionados, así como de obras que mejoren los espacios públicos del ámbito, con el objeto de mejorar el conjunto del tejido residencial, recuperar su funcionalidad y generar un entorno urbano más sostenible y de mayor calidad”.
De acuerdo con el Estatuto de los Ciudadanos, todos tienen derecho a “disfrutar de una vivienda digna, adecuada y accesible, concebida con arreglo al principio de diseño para todas las personas,…” Asimismo, el Real Decreto 7/2015 del texto refundido de la Ley de Suelo y Rehabilitación Urbana establece que las actuaciones sobre el medio urbano tienen por “objeto realizar obras de rehabilitación edificatoria, cuando existan situaciones de insuficiencia o degradación de los requisitos básicos de funcionalidad, seguridad y habitabilidad de las edificaciones, y de regeneración y renovación urbanas, cuando afecten, tanto a edificios, como a tejidos urbanos.”
El Ayuntamiento de Santa Brígida plantea esta intervención para acogerse al Acuerdo de Comisión Bilateral de Seguimiento entre la Comunidad Autónoma y el Ministerio de Fomento, conforme al Convenio de colaboración para la ejecución del Plan Estatal de fomento del alquiler de viviendas, la rehabilitación edificatoria, y la regeneración y renovación urbanas, 2013-2016.
En esta propuesta, se solicita la regeneración de dos de los edificios, situados entre las calles Gonzalo Medina y Ñito Calderín, y afecta tanto “la rehabilitación de los edificios de viviendas que lo conforman como de la urbanización y/o reurbanización de los espacios públicos del ámbito con la finalidad de mejorar la calidad y sostenibilidad del tejido residencial y recuperar funcionalmente el barrio, lo que contribuirá a la generación de actividad y empleo y mejora de la calidad de vida de los ciudadanos”.
Por tanto, los objetivos son adecuar dos edificios de viviendas a la normativa vigente (mejora de fachadas y cubiertas de las edificaciones, actuaciones de mejora de las instalaciones, etc.). Mejorar la calidad y sostenibilidad del medio urbano con el acondicionamiento del espacio libre central entre los edificios, y la mejora de la gestión de residuos, protección y restauración de la biodiversidad local. Y las funciones de gestión técnica y administrativa.
Estas viviendas se construyeron entre los años cincuenta y setenta para paliar la demanda de viviendas, por lo que se ejecutó una serie de grandes bloques residenciales de protección oficial, concretamente siete bloques que reúnen un total de 193 viviendas. Dos de esos bloques se han seleccionado para iniciar el programa de rehabilitación y regeneración urbana, puesto que representan un importante impacto visual, con un cierto grado de deterioro, especialmente en el área libre que existe entre ambos bloques, así como las fachadas que se abren a dicho espacio abierto central. Se trata de edificios con cuatro plantas sobre rasantes, algunos locales en planta baja y un total de 66 viviendas que presenta problemas de accesibilidad.
Los problemas que se detectan en las edificaciones está en el mal estado de la fachada de ambos edificios; las cubiertas planas tradicionales, con elementos que generan un impacto paisajístico, tales como antenas, bidones o depósitos de agua, etc. Se trata de una situación que genera un impacto paisajístico negativo, a la vez que incumple el marco legal actual. Además de ello, los depósitos o bidones para la acumulación de agua de consumo son, en su mayoría, de fibrocemento, tratándose de un material que con la legislación actual no está permitido debido a los riesgos para la salud que tiene el amianto.
En las instalaciones de saneamiento se detectan numerosos bajantes vistos que generan una imagen negativa del barrio. Se deberá poner especial atención a la reparación de encuentros y sustitución de canalizaciones defectuosas cuando no sea posible la colocación de la instalación en el interior de las edificaciones. Con la reforma de la fachada exterior se pretende minimizar el impacto visual del recorrido de las instalaciones, al tiempo que reparar las humedades producidas generalmente por los encuentros con bajantes y canalización de la red de abasto mal ejecutada.
Además se intervendrá en el mal estado del espacio libre central entre los dos edificios, debido al abandono de la vegetación que se encuentra en el área, acumulándose basuras y maleza que degradan el espacio.
Por otro lado, en la calle Presbítero Blas Marrero al límite suroeste del ámbito de actuación, se han implantado contenedores soterrados para los residuos orgánicos. Sin embargo, se localizan anexos a estos y en la misma acera contenedores a nivel de calle. La sustitución por contenedores soterrados de reciclaje permitirá completar la actuación en la zona, al tiempo que mejorará la salubridad del conjunto urbano y la estética del barrio.
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